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martes, 7 de julio de 2015

APLAUSOS DE ESTRELLA CINCO DE JULIO 2015






Esta vez van muchos aplausos de estrella para mis niños maravillosos de la U.E. Ana Leonides Mercado: Elio, Diosemar, Rubén y Andrés quienes el cinco de Julio participaron en el evento de motivo de la celebración los 204 años de la independencia de Venezuela en la Casa Páez; Cabe destacar que todos disfrutamos mucho del museo y de los espacios históricos que allí se encuentran, además fue la primera presentación oficial del coro de la escuela, y todos se portaron como unos valientes cantando ante todo el público presente… Gracias padres y madres por compartir este éxito hermosos de sus hijos, Dios les bendiga y les permita siempre disfrutar todo el talento de sus pequeños.

Gracias a la Ilustre Sociedad Bolivariana del Estado Carabobo por la invitación y por tomarnos en cuenta para tan importante evento, ¡esperamos nuevas invitaciones en próximas oportunidades!

UN GRAN APLAUSO DE BOMBA PARA TODOS!







SSSSSSSSSHHHHHHHHHHHHHHHHHHH 




HACIENDO TRABAJOS DIVERSOS EN LOS MOMENTOS ANTERIORES AL ACTO
PORQUE LAS MEJORES SONRISAS SALEN EN LOS LUGARES MENOS ESPERADOS

MOMENTOS ANTES DE EMPEZAR A CANTAR

SURGE EN LAS ENTRAÑAS DE MI TIERRA...



Hoy quiero presentar de nuevo al escritor Francisco Ramírez, esta vez con poesías extraídas de las entrañas de esta tierra, de monumentos naturales espectaculares, mitos indígenas e incluso de sucesos trágicos para la conservación de nuestro patrimonio cultural… antes de cada poesía me atreví a colocar algunas explicaciones referentes a cada una de ellas para que el lector tenga mayor claridad en los mensajes que transmiten… Espero las disfruten como lo hice y lo hago yo cuando las leo…

El Macizo Guayanés
El Macizo Guayanés está situado al sur del río Orinoco, abarca los estados Bolívar y Amazonas. Su extensión en Venezuela es de unos 430.000 kilómetros cuadrados, ello equivale decir, casi la mitad del territorio nacional. Se le encuentra en profundidad por debajo de la cobertura sedimentaria que constituye los llanos venezolanos y colombianos y al mismo tiempo se extiende hacia Guayana, Surinam y Brasil.

El Macizo Guayanés, es uno de los bloques continentales más viejos de la tierra, por ello las rocas más antiguas de Venezuela se encuentran en la parte que integra su basamento, son rocas ígneas (granito, cuarzo, etc.) y metamórficas (esquisto, gneis), cuya edad se remonta al Precámbrico antes de que se iniciara la era Paleozoica.
El Macizo Guayanés está formado por áreas selváticas por grandes ríos y continuas precipitaciones. Se le reconoce como un espacio con suelos tropicales pobres y con una alta fragilidad económica que limita su explotación tradicionalmente se le conoce como una región de actividad agrícola y ganadera en pequeñas escalas.
Características Del Macizo Guayanés
Esta unidad fisiográfica se extiende sobre gran parte de los Estados Bolívar y Amazonas en un área de 423.000 km.. cuadrados, que constituyen el 45% de la superficie total de Venezuela. El escudo Guayanés está constituido por una de las más antiguas formaciones geológicas del mundo.
En el extremo Sudeste la fisiografía del macizo se caracteriza por la presencia de imponentes altiplanicies o tepuis que alcanzan los 2275 metros de altitud.
Al Norte del macizo de Guayana aparecen algunas sabanas formando extensas fajas con alturas de 400 metros que soportan una vegetación variable.
Esta región se caracteriza por presentar importantes recursos mineros entre los cuales se encuentra el hierro y la bauxita. Otro aporte importante de la región al desarrollo nacional lo constituye el potencial energético proporcionado por el río Caroní a través de la planta hidroeléctrica de Guri.
Llanura Deltaica. Es una extensión de 32.000 km cuadrados que está situada al Este del país entre los Llanos bajos de Monagas, el Macizo Guayanés y el Océano Atlántico.
Es una región que se encuentra en proceso de consolidación de escasa altura y poco desnivel, por lo cual se encuentra frecuentemente inundada e invadida por las mareas en las cercanías del mar, con abundancia de lagunas, ciénagas, numerosas islas e innumerables brazos y caños.


VENECI-UELA

Soberbio Macizo Guayanés en lo alto
Rozando con sus nubes el cielo estrellado
Al Waraira Repano un diáfano rocío ha regalado
Grandiosa belleza como el sol de los venados
Cual vigilante el imponente Churún Merú
Cuya sangre mana del Kerepakupai Merú
En tristeza despidieron a la ancestral Kueka
Llorando su partida hasta que vuelva
Mar y cielo en azul se confunden
Espuma de encaje en la arena se funde
Como la nieve acompañante del calor
Así como la música y la comida en un solo sabor
Raza compleja, maestra ancestral
Huracanada vida traída en vendaval
Africana, europea y aborigen
En la sangre recorre Amalivaca con su origen.
Amantes eternos son el Orinoco y Caroní
Entre sagrado y pagano el fervor se hace sentir
Con negra riqueza el pueblo ha de sobrevivir
Del Amazonas y el Catatumbo su oxígeno hace vivir

Autor: Francisco Javier Ramírez Mejías
Lugar de nacimiento: Caracas. Venezuela


Maleiwa
En la extensa mitología de la etnia Wayúu, existe un personaje mítico, llamado Maléiwa o Mareiwa, a quien se le atribuye la creación de los Wayúu. Johannes Wilbert (1962) menciona a la deidad Mareiwa que: “Se preocupa continuamente del hombre. El manda el bien y los castiga cuando se comportan mal. Tiene un arma que funciona con descarga explosiva. No se sabe como es, no se ha visto nunca, como no se ha visto a Mareiwa mismo”. (Wilbert, J – 1962:112)  En un mito recogido por M Perrin (1979) refiere: “Los primeros Guajiros y sus clanes surgieron de Wotkasainru, una tierra en la alta Guajira. Fue Maléiwa quien los fabricó. Eso es lo que dicen los ancianos /…/ Maleiwa hizo también los hierros para marcar cada clan  /… Luego Maléiwa repartió  el ganado /…/ puso entre sus manos cuchillos. Distribuyó machetes –Las armas serán para matar gente, esto es para cortar y preparar el alimento de ustedes- /…/ Les dio también una pala –Con esto trabajarán para su mujer, para su madre y para su suegra-  /…/  Acuérdense bien de lo que vengo de decir, dijo Maléiwa”.  (Perrin, M – 1979:190).  Según este mito el héroe cultural no solamente crea a la etnia, separada de los alijuna sino que, además la organiza en clanes (y su respectivo tótem) y distribuye el territorio, les entrega herramientas y dicta instrucciones referidas a la relación con la mujer, sea esa esposa, madre o suegra. Pero además en el mito se cuenta que Maléiwa también creó todos los animales, los  domesticables,  las aves, las serpientes, etc. (Perrin, M – 1979:190-193).



Danzarín mastranto de viento
Lluvia nutriente de invierno
Volátil caballo llanero
Llanura fresca a cielo abierto
Del agua salada la alegría
En el agua dulce la vida
Tierra hermosa desvalida
Convulsionas porque te olvidan
Arrullas con canto multicolor
Alejas cualquier pizca de dolor
Las estrellas acarician tu cielo
Das seguridad ante el miedo
En tu tierra mis pies se sienten
Dolorosos recuerdos lloran en el presente
Es la pérfida mano que te pervierte
Contaminante inconsciente de acción indolente
Cuidarte es el deber
Tu existencia debemos proteger
Ya no tendremos agua que beber
Ni mucho menos un amanecer
El anochecer será eterno
Las nubes no recrearán ya más sueños
Hacerlo mejor es posible
Maleiwa no los pide.


Autor: Francisco Javier Ramírez Mejías
Lugar de nacimiento: Caracas. Venezuela


Piedra Kueka
Piedra Kueka es una piedra del pueblo pemón de Venezuela. Fue extraída de su lugar de origen en el año 1998 por el creador plástico Wolfang von Schwarzenfeld para que formase parte de su instalación escultórica denominada Global Stone en el parque metropolitano Tiergarten, en Berlín (Alemania).
HISTORIA
Según el mito, Kueka era un joven Pemón Taure Pam que fue a buscar a la joven más bella de la comunidad Macuchíes, irrespetando las normas establecidas por Makunaima, dios celoso y estricto Pemón, quien decía que los Pemón se debían casar con los Pemón y los Macuxi con los Macuxi. Luego de casarse, huyeron y tras ellos fue Makunaima, quien les encontró y les dijo: “Awarokuruu …Amoro aukowamumo Chokroro tatapiche anapo daro…” (¡maldito eres, vivirás siempre abrazado con tu esposa!). Makunaima sopló al viento esta oración y Kueka y su esposa fueron convertidos en piedra. Hoy la piedra es la abuela y abuelo de los Pemón, quienes reclaman su secuestro desde 1998. El embajador alemán ha expresado su deseo de que “el gobierno venezolano envíe a un grupo de pemones (…) a Berlín al lugar de espiritualidad” donde está colocada la piedra, para que “entiendan la intención” del proyecto del que forma parte.
EXTRACCIÓN
Para llevarla a cabo, se firmó un acuerdo entre el entonces presidente de INPARQUES (ente gubernamental responsable de los parques nacionales), Héctor Hernández Mújica, y el Encargado de Negocios de la Embajada de la República Federal Alemana, Hans Peter Pliscka, para la donación de una piedra de jaspe por parte de INPARQUES como aporte a Alemania, donde fue tallada, pulida y expuesta como parte del proyecto Global Stone, un conjunto de piedras arqueológicas (como resultado de las cincos naciones) que se exhiben en el parque Tiergarten de Berlín, dicho proyecto es un intercambio cultural entre ambos países.
CONSECUENCIAS
Debido a que el pueblo Pemón nunca estuvo de acuerdo con su salida de Venezuela, han efectuado diversas protestas, se tiene cerca de 10 notas verbales realizado por la Cancillería de Venezuela para solicitar el regreso de la piedra Kueka, pero ninguno ha sido contestado, además, el 21 de junio del año 2010  un grupo de representantes de la comunidad Pemón, acompañados por miembros de otros pueblos indígenas(originarios), acudieron a la sede de la embajada de Alemania en Venezuela, para pedir que sea retornada la piedra sagrada.

SOLUCIÓN DIPLOMÁTICA
El 9 y 10 de noviembre de 2010, en la sede de la Cancillería General de la República Bolívariana de Venezuela , se realizó una Jornada Cultural sobre la Piedra Kueka y los saberes ancestrales. En estas jornadas fueron discutidas toda la cosmogonía del pueblo Pemón y las acciones realizadas por el estado venezolano para lograr el regreso de su Abuela Kueka de Alemania. Sara Lander, representante del Viceministerio para Europa, calificó esta iniciativa como un espacio de reflexión sobre la necesidad del retorno de la Piedra Kueka. El presidente del Instituto del Patrimonio Cultural, Héctor Torres, explicó que “en la cosmogonía Pemón, la Kueka es un miembro de la comunidad, y su extracción violentó esta creencia”. Igualmente aclaró que, tal como lo establece la Procuraduría General de la República de Venezuela y el Ministerio del Ambiente, se trata de un acto ilegal. Por su parte el Gobierno de Alemania ha señalado que se encuentra dispuesto a retornar la piedra sagrada a Venezuela pero establecen como condición que les sea otorgada otra piedra para reemplazar el lugar que ocupa la Piedra Kueka en el parque Tiergarten, cerca de la famosa Puerta de Brandeburgo. Pero el pueblo Pemón alega que los alemanes no están en posición de hacer exigencias, pues la extracción de la piedra violentó sus derechos (bienes) culturales y de credo. No obstante, señalan que no se niegan a entregar una piedra de iguales dimensiones pero sin ningún significado cultural para ellos.




KUEKA


En mi tierra naciste y creciste
Gracias a mis ancestros sé que existes
Eres la gran abuela
Llena de magia buena
A tu alrededor la vida fluía
Las aves con plantas te adornaban
Impactabas a quienes te veían
En el horizonte extenso te encontraban
Siglos estuviste tranquila
Recostada en el pasto dando fiel compañía
A los extraños recibiste con armonía
Ellos te raptaron y no lo sabías
De la tierra sin permiso te removieron
Con llanto te despidieron
Tu partida aún se siente
Es energía tuya mi alma la presiente
Sin permiso tu aspecto cambiaron
Amada abuela espero tu vuelta
Muchas voces por ti reclamaron
Con indolencia no han dado respuesta
Justicia pedimos para nuestra tierra
Solo tu vuelta esperamos con paciencia
Sé que vendrás envuelta en belleza
Con los ojos inundados voy a tu encuentro ancestral kueka



Autor: Francisco Javier Ramírez Mejías
Lugar de nacimiento: Caracas. Venezuela


  

jueves, 2 de julio de 2015

CORAZÓN DE MIEL PARA MI VIDA

Desde hace ya muchos años, me hice fan de Nazoa, y era inevitable al leer su credo, encontrarme con Martín Tinajero, un personaje para mí inspirador por la profundidad de la leyenda que se tejió en torno a él… aquí les dejo un poco de la biografía de Armando Quintero Laplume y de Martín Tinajero para que los conozcan… y de seguro se enamoren de este personaje como lo hice yo…







Armando Quintero Laplume

Escritor y narrador oral uruguayo-venezolano. Dirige desde 1987 la agrupación de "cuentacuentos" Los Cuentos de la Vaca Azul y desde 1991 la agrupación Narracuentos UCAB, en la Universidad Católica Andrés Bello, en cuya Escuela de Educación conduce el Taller de Narración Oral y Artes Escénicas para los cursantes del segundo año de Educación Integral y Preescolar. Ha publicado Un lugar en el bosque (Kalandraka, Galicia, 2003), entre otros libros.





El corazón de Martín Tinajero, 
origen de una leyenda
Armando Quintero Laplume

"Creo... en las abejas que labraron su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero...".
Aquiles Nazoa

El corazón de Martín Tinajero siempre fue de miel. Desde pequeño. Nunca conocí, ni conoceré, estoy seguro, a un ser tan tierno, tan delicado, tan claro de vivir lo que le tocara vivir y, ¡tan hombre! Menos, y perdone que se lo diga, a uno tan religioso como él. Vivía bien lo que fuera, y cristianamente. Nunca le oí quejarse de todos los trabajos y pesares que tiene nuestro oficio. Por muy dolido y enfermo que estuviera, siempre cumplía sus obligaciones de soldado. Tampoco, le sentí demostrar algún temor. Y, conociéndolo como le conocía, sabía que sus miedos los llevaba dentro. Y eran tantos, o más, que los que cualquiera de nosotros sentía. Pero su actitud era tan serena, tan de aceptar el momento que se le presentaba, que nos serenaba a todos. Como si estuviéramos ante Nuestro Señor Jesucristo amando a plenitud la voluntad de Dios Padre. Se lo puedo asegurar a Vuestra Merced, fray Pedro de Aguado, sin temor a equivocarme. Como le puedo asegurar de la luz de este sol que nos ilumina ahora. No sé, eso sí, si todo lo que le diga pueda servirle para su Recopilación historial de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada de las Indias del Mar Océano, esa obra que usted está escribiendo, y que engrandece todos los sacrificios realizados por cada uno de nosotros en la conquista de estas lejanas tierras. ¿Su obra, si mal no lo recuerdo, ya va por el cuarto o quinto libro? ¿No es cierto? Gracias a su esmero, y al apoyo entusiasta de Nuestro Rey. Y, según me han comentado, llegará como hasta un noveno. ¿No es verdad? Bueno, disculpe que me haya desviado de la pregunta que me hiciera. Comienzo. Sepa usted que a Martín Tinajero lo conocí de toda la vida. Fuimos vecinos, casi nacimos y nos criamos juntos. Siempre fuimos amigos, "en las buenas y en las malas", como se dice. Nuestros padres trabajaban en las mismas y productivas tierras. Como lo habían hecho nuestros abuelos, desde los abuelos de nuestros abuelos. De la fecha precisa de su nacimiento, no tengo ni la menor idea. Nunca la supe. Como, tampoco, sé la mía. Éramos de Écija, la sevillana ciudad de los valles de allá, por las orillas del río Genil, el principal afluente del Guadalquivir. La conocida "Ciudad de las Torres", por la cantidad de campanarios que emergen entre sus techos de grises y rosadas tejas. "La ciudad del Sol", como la llaman. O "La sartén de Andalucía", como todos le decimos por sus elevadísimas temperaturas estivales. Disculpe. Me desvié de nuevo. Usted sabrá perdonarlo. Pero es que la memoria de la tierra donde uno nació como que se nos pega dentro. Y se extrañan sus aromas, sus colores, sus sonidos, sus sabores; sobre todo, cuando se está lejos de ella. Vuelvo a aquello que le interesa a Vuestra Merced, y que fue para lo que vino a preguntarme. Siempre creímos —tanto su familia como la nuestra— que Martín Tinajero iba a ser un franciscano, como usted. O, al menos, un religioso. Sus delicadas manos no eran para trabajar la tierra, salvo para amasar la arcilla. Y, ¡bien bueno que era en la hechura de tinajas! De ahí le viene su nombre —de su oficio— como a muchos de nosotros. También hacía otras piezas de nuestra cerámica tradicional, de la que se precian mucho los artesanos de Écija. Hay, incluso, parte de sus trabajos en las paredes y columnas de nuestras iglesias. Pero nunca podría decirle cuáles. No lo sé. Nunca me lo dijo y, por respeto a nuestra amistad, tampoco se lo pregunté. Supe, eso sí, porque él mismo me lo contó, que un día que estaba arrodillado ante el Santísimo Cristo de la Salud, en nuestras iglesias de San Gil, oyó una voz que le decía: "Tu corazón está destinado a una gran leyenda". Él creyó que le llamaban para la vida sacerdotal y, con esa humildad suya, fue a hablar con el padre de la Iglesia de Santa Bárbara, donde está la imagen de nuestro Santo Patrono, San Pablo. Por parecerle lo más cercano a esos deseos, ya que este santo, también, había respondido a los llamados de una voz que le sonó de pronto. Él me pidió que le acompañara. Cuando llegamos, yo le esperé fuera. Aquello que iba a resolverse era sólo entre el sacerdote, él y Dios. Le aseguro a Su Merced, fray Pedro de Aguado, que Martín Tinajero, desde muy pequeño, siempre fue algo enfermizo. Por ello, a ninguno de los dos nos resultó extraño que, apenas el padre superior lo viera, detallara su contextura y, a una, le recomendara la búsqueda, por otros caminos, de la voluntad que parecía señalarle la voz que había escuchado. Así me lo comentó luego de salir del templo, cuando casi íbamos llegando a nuestras casas. Antes guardó total silencio, que no me atreví a cortarlo. Y así lo hizo. Le confieso que tampoco a mí se me hubiera ocurrido que iba a tomar el mismo camino que tomamos muchos de los jóvenes de nuestra época: la búsqueda de eso que llaman El Dorado. Pero así fue. Juntos nos embarcamos hacia estas tierras. Y juntos pasamos los primeros temores al irnos acercando cada vez más al borde del horizonte de la Mar Océano y, luego, ir cruzando el Mar de los Sargazos, a la espera de encontrarnos con los terribles monstruos que, siempre nos dijeron, habitan por esas aguas: ballenas blancas, tiburones azules, pulpos y calamares gigantes, incluso esos horribles seres llamados sirenas. Tengo claro que la mayoría de nosotros llevábamos los ojos puestos en las riquezas que pudiéramos obtener en esa empresa. Nada más, ni mucho menos. El oro, la plata, los diamantes y tantas otras riquezas encontradas, los frutos y animales nuevos estaban ahí, detrás de esos peligros, al alcance de todos, al beneficio de cada uno de nosotros. Para Martín Tinajero no. Él estaba seguro de que encontraría el Paraíso Terrenal en las nuevas tierras. Varias veces me lo dijo. Y a eso vino. Apenas llegados al Nuevo Mundo nos integramos a las huestes de los hermanos Welser. Bajo el mando de Nikolaus de Federmann. Hicimos la jornada que este conquistador realizó hacia el interior de las nuevas tierras que se iban conociendo. Por lugares aún desconocidos. Partimos de Coro y alcanzamos la región de Río Hacha a mediados de 1536. Le aseguro, Su Merced, que las dificultades fueron muchas, desastrosas. Nos encontramos caminando por enormes y enmarañadas selvas, hediondas ciénagas, desolados desiertos, cumbres altísimas y borrascosas. Ríos enormes, caudalosos y profundos, donde habitan desde unos peces llamados yacaré, cuyos cuernos son tan duros que no se pueden herir con cuchillo o flechas. En esos lugares descubrimos, entre otros animales, culebras ponzoñosas, hormigas bermejas y hasta alacranes, gusanos y arañas enormes, todas cubiertas de vellos y llenas de veneno, cuyo sólo contacto es sumamente peligroso. Y donde hasta los numerosos frutos, salvo que uno aprenda a esperar si lo comen o no las aves, como hacen los pobladores de estas tierras, pueden ser mortales. Y, por si fuera poco todo esto, ¡este calor siempre sofocante! Se perdió y murió la más gente de sed y de hambre. En medio de tantas penurias, sólo recuerdo el rostro sonriente de Martín Tinajero, quien, a pesar de hallarse enfermo, nunca se quejó. Nuestro capitán le había nombrado nuestro cocinero. A veces caminaba en búsqueda de comida mucho más que cualquiera de nosotros. Para solucionar nuestras necesidades básicas. En una de estas salidas le aquejó la enfermedad que tenía y murió de ella. Le enterramos en un hoyo que en invierno había hecho el agua. A vista y muy bien señalado. De modo que, para que a nuestro regreso, fuera avistado y reconocido desde lejos. Esto sucedió como para septiembre de 1536. Ha de haber sido en la región situada al sur del lago de Maracaibo. De eso estoy seguro. Nosotros seguimos avanzando, hasta que nuestro capitán Nikolaus Federmann decidió regresar directamente a Coro y ordenó al grueso de la hueste —los pocos, de tantos, que logramos sobrevivir— que marchase al mando del capitán Diego de Martínez hacia los llanos de Carora. Al regresar, cuando nos acercábamos al lugar donde el cuerpo de Martín Tinajero estaba enterrado, comenzamos a sentir cierto olor muy suave y agradable que ocupaba todo el campo. Como cuando en nuestras tierras se inicia la primavera, y se desatan los aromas de todas las flores. Pero le aseguro, sin exagerar, era mucho más que ello. Tanto era el ímpetu del tal aroma, que se percibía a más de cincuenta pasos a la redonda. Admirados de tanta maravilla, intentamos, pero no pudimos acercarnos a él. Nos lo impedía una colmena completa de abejas, de esas que crían miel. Nuestros asombrados ojos no podían creerlo: las abejas estaban anidadas en su corazón, íntegro aún, que parecía latir como si todavía estuviera vivo. Por eso le digo a Vuestra Merced, fray Pedro de Aguado, por lo que en el cuerpo muerto de nuestro Martín Tinajero se vio, él era un hombre bienaventurado, un gran siervo de Dios. Claro está que nuestros españoles y su capitán y caudillo llevaban los ojos en el oro, la plata, los diamantes y tantas riquezas que deseaban tener y, por ello, no tuvieron en cuenta este caso, ni siquiera vieron lo digno de llevar su cuerpo para darle eclesiástica sepultura. A mí, al menos, me queda el consuelo de haberle dicho todo lo que sé. Y, sobre todo, confirmarle lo que le decía al principio de todo esto que usted, al preguntarlo, me permitió que le dijera, y para que las generaciones futuras sepan de ello: el corazón de Martín Tinajero siempre fue de miel.



Fuente Consultada: http://www.letralia.com/115/letras03.htm


APLAUSOS DE ESTRELLA


Esta sección la creé para darle un grado de importancia destacada a todos esos niños y docentes que conozco que realizan múltiples actividades, que no sólo son bellas, sino que además tienen un alto contenido creativo, cognoscitivo, y de aprendizaje significativo…
En esta oportunidad vaya mi felicitación para los niños de primer grado “A” de la Unidad Educativa Ana Leonides Mercado que tienen por maestra a la Licenciada Ana Torres, quienes crearon esta maravilla de personajes históricos utilizando material de provecho; ¿quién habría pensado que un tubo de papel higiénico  sería tan versátil?... un gran aplauso de bomba para los inteligentes niños y esta extraordinaria docente...





ssssssssssssssssshhhhhhh...........