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sábado, 30 de mayo de 2015

EL HUMOR CON AMOR SE PAGA




Las cosas más sencillas suelen ser muy complejas. Como el amor incólume de un obrero, como una muñeca de trapo salida de las manos creadoras de la abuela, como el arcoíris que ilumina el cielo pese al aguacero. Hay cosas que son simplemente complejas como la vida toda de nuestro vecino. 
Aquiles Nazoa (Caracas, 1920-1976).





Aquiles Nazoa es sin lugar a dudas uno de mis autores venezolanos favoritos su particular forma de abordar el humor dentro de sus obras para mí ha resultado casi hipnótico... me he reído muchísimo y a la vez el nivel de reflexión que puede lograr sin perder esa chispa humorística es encantadora, hoy quiero dejarles algunos escritos populares de este reconocido escritor venezolano...que particularmente me he gozado mucho y que puedo leer una y otra vez sin aburrirme... Y les puede ayudar a padres y maestros para fomentar la lectoescritura, además incluyo enlaces para tener algunos audios de los textos de este autor, para las personas con diversidad visual, o simplemente para aquellos que deseen disfrutarlos…

LOS ZAPATOS DE ANTONINO
(del libro: Mientras el palo va y viene)

Un joven zapatero florentino
Que de Antonino Giusti atiende al nombre,
Ha inventado un modelo para hombre
Sobre el que francamente, yo no opino

Pues él mismo lo trata de “divino”,
Y en verdad que le cuadra el sobrenombre,
Ya que lo ha diseñado, aunque os asombre
Todo de seda y con tacón muy fino.

La información agrega que por miles,
Incluyendo a los hombres más viriles,
cuentan esos zapatos su clientela.

¿Viriles y comprando esos zapatos?
Pues, salvo que los compren por baratos,
¡Eso tiene otro nombre en Venezuela!

LA RATONCITA PRESUMIDA

Hace ya bastantes años, doscientos años tal vez, por escapar de los gatos y de las trampas también, unos buenos ratoncitos se colaron en un tren y a los campos ratoncita presumida1se marcharon para nunca más volver.

Andando, andando y andando llegaron por fin al pie de una montaña llamada la montaña Yo-no-sé, y entonces dijo el más grande: lo que debemos hacer es abrir aquí una cueva y quedarnos de una vez porque como aquí no hay gatos aquí viviremos bien.

Trabaja que te trabaja tras de roer y roer agujereando las cuevas se pasaron más de un mes hasta que una hermosa cueva lograron por fin hacer con kioskos, jardín y gradas como si fuera un chalet.

Había entre los ratones que allí nacieron después una ratica más linda que la rosa y el clavel. Su nombre no era ratona como tal vez supondréis, pues la llamaban Hortensia que es un nombre de mujer.

Y era tan linda, tan linda que parecía más bien una violeta pintada por un niño japonés: parecía hecha de plata por el color de su piel y su colita una hebra de lana para tejer.

Pero era muy orgullosa y así ocurrió que una vez se le acercó un ratoncito que allí vivía también y que alzándose en dos patas temblando como un papel le pidió a la ratoncita que se casara con él.Raton2

¡Qué ratón tan parejero! dijo ella con altivez. Vaya a casarse con una que esté a su mismo nivel, pues yo para novio aspiro, aquí donde usted me ve, a un personaje que sea más importante que usted.

Y saliendo a la pradera le habló al Sol gritando:

– ¡Jeeey! usted que es tan importante porque del mundo es el rey, venga a casarse conmigo pues yo soy digna de ser la esposa de un personaje de la importancia de usted.

– Más importante es la nube – dijo el Sol con sencillez- pues me tapa en el verano y en el invierno también.

Y contestó la ratica:

– Pues que le vamos a hacer… Si es mejor que usted la nube con ella me casaré

Más la nube al escucharla, habló y le dijo a su vez:

– Más importante es el viento que al soplar me hace correr.

– Entonces – dijo la rata- entonces ya sé que hacer si el viento es más importante voy a casarme con él.

Mas la voz ronca del viento se escuchó poco después diciéndole a la ratona:

– Ay Hortensia, ¿sabe usted?, mejor que yo es la montaña aquella que allí se ve- porque detiene mi paso lo mismo que una pared.

– Si mejor es la montaña con ella me casare- contestó la ratoncita-, y a la montaña se fue.

Más la montaña le dijo:

– ¿Yo importante? ¡Je, je,je! Mejores son los ratones los que viven a mis pies, aquellos que entre mis rocas tras de roer y roer, construyeron la cuevita, de donde ha salido usted.

Entonces la ratoncita volvió a su casa otra vez y avergonzada y llorando buscó al ratoncito aquel a quien un día despreciara por ser tan chiquito él.

– ¡¡¡¡¡¡ Aaaaaaaaaalfreditooooooooooooooooooooo !!!!!!; ¡Oh, perdóname, Alfredito – gimió cayendo a sus pies-, por pequeño y por humilde un día te desprecié, pero ahora he comprendido -y lo he comprendido bien- que en el mundo los pequeños son importantes también.

REZO EL CREDO

Creo en Pablo Picasso, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra;
Creo en Charlie Chaplin, hijo de las violetas y de los ratones,
que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo,
pero que cada día resucita en el corazón de los hombres,
Creo en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable,
Creo en el amolador que vive de fabricar estrellas de oro con su rueda maravillosa,
Creo en la cualidad aérea del ser humano,
configurada en el recuerdo de Isadora Duncan abatiéndose
como una purísima paloma herida bajo el cielo del mediterráneo;
Creo en las monedas de chocolate que atesoro secretamente
debajo de la almohada de mi niñez;
Creo en la fábula de Orfeo, creo en el sortilegio de la música,
yo que en las horas de mi angustia vi al conjuro de la Pavana de Fauré,
salir liberada y radiante de la dulce Eurídice del infierno de mi alma,
Creo en Rainer María Rilke héroe de la lucha del hombre por la belleza,
que sacrificó su vida por el acto de cortar una rosa para una mujer,
Creo en las flores que brotaron del cadáver adolescente de Ofelia,
Creo en el llanto silencioso de Aquiles frente al mar;
Creo en un barco esbelto y distantísimo
que salió hace un siglo al encuentro de la aurora;
su capitán Lord Byron, al cinto la espada de los arcángeles,
junto a sus cienes un resplandor de estrellas,
Creo en el perro de Ulises,
en el gato risueño de Alicia en el país de las maravillas,
en el loro de Robinson Crusoe,
creo en los ratoncitos que tiraron del coche de la Cenicienta,
el Beralfiro el caballo de Rolando,
y en las abejas que laboran en su colmena dentro del corazón de Martín Tinajero,
Creo en la amistad como el invento más bello del hombre,
Creo en los poderes creadores del pueblo,
Creo en la poesía y en fin,
Creo en mí mismo, puesto que sé que alguien me ama.


 TEXTOS DE AQUILES NAZOA EN AUDIO – VIDEO:





BIOGRAFÍA BREVE DE AQUILES NAZOA

Nace en Caracas el 17/5/1920 Muere en la Autopista Caracas-Valencia el 25/4/1976. Escritor, periodista, poeta y humorista, cuya obra proyecta los valores de la cultura popular venezolana. Nació en la barriada caraqueña de El Guarataro (ubicada en la parroquia San Juan), en el seno de una familia de escasos recursos económicos. Fueron sus padres Rafael Nazoa, jardinero y Micaela González. A los 12 años empieza a trabajar para ayudar a su familia, completando su formación a través del estudio autodidacta. Entre 1932-1934 se desempeñó en múltiples oficios tales como aprendiz de carpintería, telefonista y botones del hotel Majestic de Caracas y empleado de una bodega, hasta que entra a trabajar en el diario caraqueño El Universal hacia 1935; donde trabaja como empaquetador, luego pasa al archivo de clisés y finalmente aprende tipografía y corrección de pruebas. Por este tiempo aprendió a leer el francés y el inglés, lo que le permitió en 1938, obtener un puesto como guía turística en el Museo de Bellas Artes. Durante este período fue enviado como corresponsal de El Universala Puerto Cabello, donde colabora en el diario El Verbo Democrático. Un artículo suyo en el que critica la indolencia de las autoridades locales en la erradicación de la malaria, le acarrea una demanda del Concejo Municipal de Puerto Cabello y su posterior encarcelamiento en 1940.
Luego de ser liberado regresa a Caracas, donde ingresa a trabajar en la emisora Radio Tropical y mantiene en El Universal una columna titulada «Por la misma calle». Durante este tiempo es incorporado al diario Últimas Noticias, comenzando a publicar sus poemas humorísticos en la sección «A punta de lanza», firmada con el seudónimo «Lancero». También en este período se incorpora al semanario satírico El Morrocoy Azul donde desarrolla sus dotes como humorista, publicando con el seudónimo de «Jacinto Ven a Veinte», sus poemas Teatro para leer. A partir de agosto de 1943, empieza a colaborar en el diario El Nacional. En 1945, aparece en Caracas su libro El transeúnte sonreído. Durante estos años, colabora igualmente en las revistas Élite y Fantoches, la segunda de las cuales dirige por cierto tiempo. En 1948 obtiene el Premio Nacional de Periodismo en la especialidad de escritores humorísticos y costumbristas. 2 años después aparecen sus libros El Ruiseñor de Catuchey Marcos Manaure, idea para una película venezolana, con prólogo de Juan Liscano. En 1953, el Morrocoy Azul pasa al control del gobierno, lo que ocasiona que Aquiles Nazoa y otras periodistas colaboren con la revista humorística El Tocador de las señoras.Sin embargo, al hacerse más difícil la situación política, Nazoa decide marchar al exilio (1955-1958).
De regreso a Caracas, colabora en la revista Dominguito, fundada en febrero de 1958 por Gabriel Bracho Montiel y en marzo de 1959, crea junto a su hermano Aníbal la publicación humorística, Una señora en apuros; de la que sin embargo no llegaron a salir sino unos pocos números. Una situación similar aconteció con El fósforo, aparecido en noviembre de 1960, en el cual su nombre encabezaba la lista de los editores; en definitiva tanto ésta última revista como Dominguito fueron clausuradas por las autoridades gubernamentales a fines de 1960. Ese mismo año, aparece en Caracas su libro de poemas Caballo de manteca y, a partir de ese momento, sus obras dentro del género poético (ediciones, reediciones, antologías) se hacen más abundantes y son recogidas en la compilación Humor y amor de Aquiles Nazoa, publicada en 1970. Además de sus obras relacionadas con la poesía, Nazoa produjo trabajos en prosa que incluyen especialmente su ensayo de 1961, Cuba, de Martí a Fidel Castro; Caracas, física y espiritual (Caracas, 1967), que ganó ese mismo año el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal y trabajos de crítica de arte (Mirar un cuadro, Humorismo gráfico en Venezuela); así como numerosas conferencias de divulgación cultural. También en 1966 publicó una compilación titulada Los humoristas de Caracas. Durante la década de los 70, además de preparar libros como La vida privada de las muñecas de trapo, Raúl Santana con un pueblo en el bolsillo y Leoncio Martínez, genial e ingenioso(publicado después de su muerte), dicta charlas y conferencias, mantiene un programa de televisión titulado Las cosas más sencillas y proyecta la formación de un grupo actoral que pusiera en práctica el «Teatro para leer». Muere en un accidente de tránsito en la autopista Caracas-Valencia. En su memoria se creó por proposición de Pedro León Zapata, la cátedra libre de humorismo «Aquiles Nazoa», inaugurada el 11 de marzo de 1980.


REFERENCIAS CONSULTADAS


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